EL MAESTRO

Los alumnos del Sexto Grado, en una Escuela de Montevideo, organizaron un concurso de Novelas. Participaron todos. Todos escribieron novelas en aquél concurso dónde yo fui uno de los tres jurados; los otros dos eran: el Maestro, el Maestro Oscar, puños raídos, sueldo de faquir... y una alumna que era la delegada de los concursantes. A la ceremonia de premiación se prohibió la entrada de todos los adultos, con excepción del Maestro, yo, que era miembro del jurado y los niños que eran los participantes en el concurso. Todos fueron premiados. Hubo un premio para cada trabajo y con el premio una pequeña explicación de los méritos del trabajo presentado. Y cada premio fue celebrado con una ovación por todos los niños de la clase... y hubo lluvia de confetis y de serpentinas... y al final, me quedé conversando con los chiquilines, y el maestro me dijo, el Maestro Oscar me dijo: -Nos llevamos tan bien, que me dan ganas de dejarlos a todos, repetidores.
Y una nena, venida del interior, de un pueblito del interior me dijo que ella cuando llegó en los primeros tiempos era muy callada, no había manera de sacarle una palabra de la boca, y ahora..., me dijo, el problema es que no me puedo callar, hablo todo el tiempo... y yo al Maestro Oscar lo quiero muuuucho, muuuchísimo, porque él me enseñó a perder el miedo de equivocarme.


2 comentarios:

Esdian dijo...

¡que sorpresa...!
Hermoso el texto, pero es de Galeano!

jujotorres dijo...

Ayer en la 2 de TVE, dieron el documental sobre Onetti y salía Galeano contando un montón de anécdotas buenisimas... y además decía que con sus cuentos buscaba paracerse al "Gran Provocador".
Habrá que pasarse por Taringa! para buscar el susodicho.