“Luego creció de todas partes un grito
tal, que el maestro a mi converso,
dijo: No dudes, mientras yo te guío.
“Gloria in excelsis” todos “Deo”
decían, por lo que comprendí de cerca,
donde entender el grito se podía.
Estábamos inmóviles y en suspenso
como el primer pastor que oyó ese canto,
hasta que el temblor cesó y completóse.
Luego retomamos nuestro camino santo
mirando a las sombras que yacían por tierra,
lanzando ya a lo alto el usual llanto.”
FOTO: Cristian Bernardis © 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario