APOLOGÍA DE LA PIRATERÍA

“JOHNY TOLENGO, EL MAJESTUOSO” (Juan Carlos Calabró) © 1987
La palabra “ARTISTA” nunca fue cuidada como es debido. Tampoco “OBRA”. Resulta que cualquier salame que se plante delante de un micrófono se lo considera artista y al primer papanatas que grabe un disco, pinte un cuadro o escriba un libro se le dice que tiene obra.
Hijos de puta como el que aquí me refiero son los que lograron el declive de la industria discográfica y el descuido de la música, pero no se crean que fue el único, no: Ricardo Darín, el gordo Porcel, Nicole Neumann, Silvia Süller, el Teto Medina y para los que viven en éstas tierras Jesulín de Ubrique, Bigote Arrocet o Tamara-Yurena entre otros son mi excusa para bajarme música y no pagar ni canon ni derechos a tanto ladrón que anda suelto por ahí.
¡A laburar!

P.D.: Calabró en cuestión, logro un doble disco de oro y llenó varios Teatro Ópera (en total se contabilizan 35.000 infradotados los que fueron a verlo) ¡Argentina… país generoso!

2 comentarios:

jujotorres dijo...

Dedicado a Criber y a Mambetta, dos grandes fanáticos de "Calabromas"... en especial Mambetta, que estará revolcándose en el suelo.

Sir Lothar Mambetta dijo...

Y yo que venía preparado porque me avisaste que ponías un post de este detestable ser... Me aniquilaste con el comentario.
Abominable. No lo puedo ni ver.