AHÍ VA LA BALA, ATAJÁLA


“LOS VERSOS SATÁNICOS” (Salman Rushdie) © 1988
Lo malo que tiene el fanatismo (y no sólo hablo del religioso) es la ignorancia. Calificarlo como ceguera me parece una falta de respeto hacia los invidentes, y ojo que hablo de TODAS las religiones.
Las que aún hoy en día extrañan las doradas épocas pasadas de Torquemada y siguen con la boludez de la absolución y el infierno, los que van con las patillas largas y se niegan a laburar los sábados, los que defenestran a las mujeres y las hacen prisioneras bajo las túnicas integrales, hablo de todos y cada uno de ellos… para mi están todos en la misma bolsa.
Que un escritor tenga que vivir en el más absoluto de los anonimatos, protegido por servicios de inteligencia y todo por una alusión “blasfema” al Profeta, me parece un chiste de mal gusto. Lo cierto es que ésta (a mi gusto) mediocre novela, le dio fama y renombre a un (mediocre) escritor ignoto y semi-desconocido. La única cagada es que debido a la famosa Fatwa decretada por el célebre Ayatolá Jomeini no pudo disfrutar (como hubiera querido) de esa repentina y mal ganada fama… en plan de sincerarnos, sino fuera por el revuelo que se armó a raíz de la sentencia de muerte, a la novela le hubiera esperado el triste consuelo de la edición de bolsillo y poco más.
A los que se rasgan las vestiduras sobre el medievalismo de la reacción de los musulmanes, les recuerdo que algo similar (hombre, no se llegó a tanto… sólo amenazas de bomba en los cines y alguna que otra amenaza aislada de muerte a Martin Scorsese y a William Defoe) sucedió cuando se estrenó (donde se pudo y/o dejaron) “The last temptation of Christ” que, vaya casualidad, fue el mismo año.


2 comentarios:

Sir Lothar Mambetta dijo...

No voy a comentar nada sobre religión para no herir la sensibilidad de la gente que cree en esas mentiras.

jujotorres dijo...

Es lo bueno de ser "abstemio" en materia religiosa.