LAS ENSEÑANZAS DE LA CEGUERA



“THE WILLOW TREE” (Majid Majidi) © 2005
Película iraní que se estrenara en Teherán a fines del 2005, pero que nosotros pudimos ver en Bogotá hace, tan solo, algunas semanas.
Youssef es ciego desde los 8 años. Ha sabido superar su enfermedad. Formó familia, tiene una hija y es profesor de literatura en la Univesidad de Teherán. Su mundo pequeño, es perfecto tal como lo es la oración religiosa en idioma Brayle que conserva en su maletín.
Ante un inseguro dictamen médico sobre un posible cáncer ocular, viaja a París para someterse a análisis más rigurosos. Los médicos franceses, no solo descartan el cáncer sino que le aseguran que recuperará la visión mediante operación de implante de cornea. Esta intervención se lleva a cabo y durante la convalecencia traba amistad con Mortezza, veterano de guerra iraní quién a su vez espera que los médicos lo salven de su ceguera progresiva, producto de heridas de guerra.
Youssef, ansioso, se quita los vendajes antes de tiempo y casi enloquece de felicidad al comprobar que puede ver.
De regreso a Teherán comienza un proceso de reconocimiento del mundo visible. Su pequeño y armonioso mundo de antes, le parece despreciable. Se enamora de una alumna y sus relaciones familiares se tensan y deterioran. Al no conseguir todo aquello que lo ha deslumbrado y creyendo que tiene derecho a ello, en un arranque de ira, quema su biblioteca, en Brayle y las cenizas ensucian su jardín contaminando el agua de la pequeña fuente.
Repentinamente vuelve la ceguera. Los médicos hablan de rechazo de la cornea implantada.
Tras un accidentado periplo, lleno de ira, desciende del automóvil en plena autopista y luego de vagar por la ciudad por más de 24 horas regresa a su a casa para buscar la oración inicial en el agua de la fuente. Cuando la encuentra, sus dedos le ayudan a orar como hacía antes. Es en estos momentos cuando recuerda a su amigo Mortezza que lo llevó a reconocer al tacto, la corteza de un roble en los jardines del sanatorio francés, mostrándose escéptico ante la ilusión de Youssef de recurar la visión.
Como siempre hay más de una interpretaciones. Una de ellas, podría ser la religiosa, la que podría ser la versión aceptada por el régimen iraní oficial y actual: Youseff, buen musulmán, cuando recupera la vista, se contamina de deseos, de avaricia, de omnipotencia. Cree que tiene derecho a una nueva vida, pero esto es imposible ya que ya tiene una vida. Es como si cuando ve, no viera. Una forma de perder la inocencia, como la de Adán y Eva en el Paraíso luego comerse el fruto del conocimiento. La ciencia francesa, diabólica y capitalista, le devuelve la vista y lo pervierte llenándolo de deseos impuros. Pero tal como Alá concede, Alá también quita y castiga. Al quitarle la visión a Youseff le demuestra sus límites humanos finitos.
Tal vez el director quiera indicarnos que todos vivimos en la ceguera. Que lo que creemos ver con exactitud científica, es una ilusión y que solamente en la ceguera, nos acercamos a la sabiduría. Tal como le ha sucedido a Mortezza, el que finalmente en estos momentos finales, también alcanzó la ceguera.


Juan Kaiser

1 comentario:

jujotorres dijo...

Agendada para ver...