REBELDE WAY

“POLOS OPUESTOS” (JujoTorres) © 2003
Ésta vez toca Salónica, ya estuvo en Verona, Rotterdam, Hamburgo y hasta por las islas Azores. Allí en donde se reúnan los poderosos, los chupa sangre de los pobres, los jinetes del Apocalipsis: ahí estará él, acompañado por ese “ejercito protector de los más desfavorecidos”, luchando contra aquellos que se reúnen para dominar el mundo y, en especial, para combatir a su más poderosa y temida arma: la globalización.
Uniformado con sus viejos y desgastados (en mil y una batallas) vaqueros, las vetustas botas, una incondicional camiseta con el Che Guevara en el pecho y con su inseparable mochila. “La misión” no difiere mucho de las de siempre: provocar la mayor cantidad de destrozos a su paso, a base de pedradas y de algún que otro cóctel Molotov. Debe estar visible permanentemente, siempre detrás de un pañuelo o pasamontañas que dificulten su identificación (vaya paradoja), de cara a los siempre presentes medios de comunicación mundiales.
No tiene muy claro para que (y porqué) se reúnen hoy, puede ser una rutinaria reunión de los Ministros de la UE, del G7, de la OTÁN o quizás estén ahí por un sorteo de alguna de las tantas competiciones de la UEFA... da igual, lo importante es manifestarse, mostrar su ira, su rabia y su descontento contra “el sistema”. Estar allí es también una acción solidaria para con los oprimidos, es una forma de mostrar su total adhesión con los habitantes desahuciados del Tercer Mundo y a la vez, busca expresar su más ferviente admiración hacia las luchas reivindicativas de antaño.
Lo que se repite en todos los sitios a donde va es la violencia. Esa innecesaria y contradictoria forma que tiene de manifestar su ira, su disconformidad con la sociedad. Admira a ese puñado de manifestantes llegados desde los más recónditos sitios del planeta. Comulga con sus causas, ya sean hambrientos campesinos de Bolivia, revolucionarios de México o Colombia y hasta con los “Sin Tierra” brasileños. Siente un profundo respeto y un inmenso aprecio por sus luchas y las reivindicaciones sociales que exigen. Está convencido que de haber nacido varias décadas antes, hubiera participado activamente en el “Mayo Francés” o combatiendo al régimen franquista desde la oposición. Sólo espera no terminar aburguesado como su padre, un virulento bolchevique en los reaccionarios 70´, actualmente metamorfoseado en un oscuro y apático Sub-Director de uno de los Bancos más poderosos de Europa.
Éste se auto-indulta de su nueva condición de oligarca al lograr un importante éxito en la campaña “solidaria” de su Banco, la cual consiste en domiciliar las nóminas a cambio de vacunar a un niño pobre en el Tercer Mundo. Una sucia e hipócrita campaña con un fin lucrativo, pero con máscara de buena acción y una más que cuestionable función social de la entidad. Justamente ese Banco que, subiendo medio punto las tasas de interés (con el propósito de ganar más dinero, que al fin y al cabo es ésa “su función”), deja en la miseria a miles, millares de personas... quizás hasta al padre de alguno de los niños que vacuna su engañosa campaña. Solidaridad es no obtener nada a cambio y donar un ínfima parte de los (jugosísimos) beneficios anuales. Con ella no se lucra (no se debería), ni mucho menos se hace publicidad (no se tendría).
Con su padre le une una conflictiva y también contradictoria relación, muchas diferencias no solo generacionales sino también (y fundamentalmente), con respecto a la visión del mundo que les toca vivir.
Tan contradictoria es dicha relación, como lo son sus “acciones revolucionarias”, las cuales ya le llevaron a más de una cárcel europea por alteración del orden público. Y siempre de esas celdas lo sacó su padre, gracias a sus “globalizadas” influencias y al dinero, ese mismo dinero (sucio y causante de muchas de las desigualdades contra las que combate) que recibe puntualmente para cubrir sus gastos en la cosmopolita y centralista Madrid.
Ese dinero, contra el que “se manifiesta” ahora en Salónica, le permitirá pagar la matrícula de la carrera de Ciencias Sociales que cursa en la Universidad Complutense, cubrir los gastos del alquiler y los impuestos del céntrico piso en el exclusivo Paseo de la Castellana. Ayudará a mantener sus necesidades más básicas, como son los Levi´s 505 que utiliza normalmente, las copas de la noche, la factura mensual (abultadísima) del “móvil multimedia con cámara de última generación, capaz de transmitir datos a alta velocidad gracias a la tecnología I-mode”.Sin saberlo, lucha contra sí mismo, combate a pedradas su forma de vida... su globalizada vida, y contra ese pasaporte que le permite entrar y salir libremente de Europa. Se enfrenta al nivel de vida consumista que lleva en la capital española. Combate a la globalización utilizando su arma más preciada, internet (basta colocar la palabra “anti-globalización” en cualquier buscador y saldrán no menos de quinientos mil sitios). Se citan para sus próximas cruzadas utilizando algún foro o mediante chat, y qué decir de los mensajes SMS. Sus intenciones son por demás respetables, lo que no tiene ni pies ni cabeza es la forma de expresar su descontento, con la manera de manifestar su disconformidad y que es siempre la misma allí donde vaya: la violencia. Inútil, contradictoria e innecesaria, ejercida en contra de los agentes de seguridad del país en el que se manifieste contra “el sistema” y que se traduce en destrozos varios.
Se podría decir que estamos en presencia de un ser bipolar, que pelea (y a la vez reniega) contra algo de lo cual se alimenta y forma parte. Es como los polos opuestos que, por más que se intente, no llegarán a unirse jamás.

1 comentario:

Sir Lothar Mambetta dijo...

Lo dijo el Diego: "hormigas y pelotudos hay en todas partes". Lo cual le viene de maravilla a los hijos de puta.