¡ACCIÓN!

“UN BUEN DÍA” (Nicolás del Boca) © 2010

“Nos tiramos a la pileta”, dijo Enrique Torres cuando decidió con su esposa Anabella producir la película que él mismo escribió hace dos años. “Un buen día” marcará el debut de la argentina Lucila Solá en el cine nacional; también el del director Nicolás del Boca. A los 81 años, el papá de Andrea aceptó el desafío de hacer cine.

Hace una semana terminó de filmar lo que será una película debut para muchos de los integrantes del staff. Es que este no es sólo el primer filme de habla hispana en el que participó la argentina Lucila Polak –alias “Lucila Solá”–, sino que Un buen día también fue el debut de Nicolás del Boca como director de cine y de Enrique Torres y su mujer, Anabella del Boca como productores. Y como las cosas quedaban en familia, otro que también hizo su primera incursión fue Lucas, el hijo menor del matrimonio, que tiene 17 años, acaba de empezar a estudiar cine y ofició de asistente de su abuelo.

Si bien aún no tiene fecha de estreno –terminaron de rodar el domingo pasado–, el multifacético Torres conversó con PERFIL mientras apresta la cinta para mandarla a Buenos Aires donde su sobrino, el otrora guitarrista de Zas, Ricardo Pegnotti, se encargará de ponerle el sonido. “Escribí el guión hace como dos años y lo fui puliendo. Con Anabella pensamos que estaba bueno y lo fuimos haciendo circular entre varios amigos que me dieron el visto bueno. Entonces, como yo tengo un contrato con Televisa para hacer tres telenovelas de acá a 2010, decidimos usar esa plata para financiar la película, jugárnosla como si nos hubiera agarrado la crisis del mercado bursátil y tirarnos a la pileta. Igual, es lo que acá se llama low budget, o sea de bajo presupuesto”, contó. “Acá no cobró casi nadie: ni los productores, porque somos mi mujer y yo –Anabella se encargó del arte y trabajó como una bestia–, ni el director, ni el asistente. Es más, ni Andrea del Boca, que me pidió que quería estar en la primera película de su papá y me dijo que le consiguiera un buen maquillador que ella hacía de la mamá de la historia, que aparece en una sola escena”, dijo con orgullo.

“Es una película absolutamente realista hasta los últimos cinco minutos, cuando se transforma en una película mágica”, adelantó Torres. Es que el hilo conductor es el desarraigo, y él de eso sabe mucho: vive en Los Angeles desde julio de 2001. “Todos lo que han leído el guión me dijeron: ‘¡Qué hijo de puta!’, porque transmite mucho lo que se siente estando lejos. Mucha gente quiere irse de la Argentina y después se pasa la vida intentando volver. Ojo, que uno acá está bien, pero es un ejercicio de nostalgia”, dice.

Sobre esa base, Torres eligió a Polak como protagonista. Es que la novia de Pacino se instaló en esa ciudad californiana cuando tenía apenas 19 años. Hoy, a los 30, cocina chocotorta en su casa y va a un restaurante argentino a comer asado para no extrañar los sabores porteños. “Un amigo me dijo que hablara con Lucila y apenas la llamé dije: ‘Es ella’, y cuando mi mujer la conoció sintió lo mismo. Después hicimos una lectura de guión y nos terminamos de convencer. Todos me preguntaban por qué la elegía, siendo que podía traer a cualquier gran actriz desde Buenos Aires, pero yo les explicaba que necesitaba a alguien que sintiera desde adentro lo que le pasa al personaje”, explicó Enrique. Y adivirtió: “Se van a llevar una sorpresa tremenda con Lucila. Está increíble, y Aníbal Silveyra también.”

A la hora de elegir el director, el rey de las telenovelas no dudó: “Le dije a Anabella: ‘Ya sé quién va a ser, es un debutante... va a ser Nicolás del Boca’. Empezó a decirme que su papá no iba a querer, que estaba grande (tiene 81 años), pero lo convencí y fue la mejor decisión”.

Brenda Yastremiz © Diario Perfil (2009)

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