LOSER

Durante la adolescencia usamos la palabra “fracasado” de forma despectiva. Cuando se pasa la barrera de los 30, se habla no tan drásticamente de un “loser”. Un cambio de actitud, provocada por el paso de los años, que nos permite ver y aceptar a estos personajes con lástima y hasta con un dejo de cariño.
Fracasado no se nace… se hace. Le puede pasar a cualquiera y está en cada uno llevarlo con dignidad o de forma patética. No hablo de la suerte en la vida, sino de la forma en que uno se planta ante su destino y como lo sobrelleva (el mejor ejemplo, unas líneas más abajo).