D10S

A pesar de declararme “abstemio” en cuestiones religiosas, hoy me voy a atrever a reflexionar sobre uno de los grandes mitos… voy a hablar de D10S. Nada define mejor como somos los argentinos que el tratamiento que les damos a nuestros “ídolos”. Y no hablo de Borges, Cortázar, Favaloro o Milstein.
Maradona (y en menor medida Charly García) son la muestra de lo frívolos y livianos que somos la mayoría de las veces. No nos alcanza con que sea el mejor jugador de la historia, necesitamos elevarlo a pedestales místicos (con iglesia incluida) y darle voz aunque esté enfermo. Nadie lo ayudó realmente, estuvo al borde de la muerte en más de una ocasión (siempre se recuperó como el Ave Fénix) y ni aún así fuimos capaces de ponerle límites.
Le festejamos cada desliz, cada salida de lugar, cada opinión descerebrada… no lo ayudamos justificando sus errores. Debemos aprender a verlo como lo que es, un futbolista de otro planeta que nos dio muchas ALEGRÍAS DEPORTIVAS. Y punto.

1 comentario:

Mambetta dijo...

Él jugaba.
Nosotros hablábamos (generalmente: al pedo).
Lo malo: dejó de jugar y empezó a hablar (generalmente: igual que nosotros).
En la cancha se vieron los pingos y quien la tenía más grande.
¡¡¡Gracias por las alegrías!!!