SINFONÍAS PARA ADOLESCENTES

“1” (The Beatles) © 2000
[...]Suena “Love Me Do” y García pide que detengamos el tema.
- (...) Pero me preguntaba quién cantaba la canción, porque las voces están en quintas [intervalos]. Eso me quedó como una tara: la eliminación de la tercera. (...) Pero no sé, porque siempre estuve en contra de la tercera. La tercera es la voz del medio, la que define si el acorde es Mayor o es Menor. Y acá cantan un re y un sol, pero se olvidaron del si, o no lo pusieron a propósito para que uno haga la voz ahí, armonizando. Ese es el gancho. Viste que siempre te dan ganas de cantar con los Beatles? A mí me pasaba. Ponelo de nuevo.
Suena "Love Me Do" otra vez. Charly canta entre John y Paul. Tiene razón.
- ¡Ey man! La cantidad de cosas que se pueden aprender de Los Beatles! Andá a saber a quién le sacaron eso, cómo se les ocurrió. Porque eso es de música clásica. Eso de usar dos melodías al mismo tiempo. Bach, las fugas y las tocatas... Piazzola. Son todas músicas hechas con cuatro notas paralelas: como los cuartetos de cuerdas, por ejemplo. Los acordes se forman con la sumatoria de las voces. Pero el violín, por ejemplo, tiene una sola nota, como los vientos. Para lograr la armonía hay que sumar otros instrumentos... Los Beatles aparecieron en una época en que la música era supermelosa, cuando la balada popular se juntó con el jazz y la comedia musical y todo eso, y se sumaron esas grandes orquestaciones. Entre tantas notas, uno se preguntaba dónde estaba la melodía. Y los Beatles hipersimplificaron la cosa. Yo no sé cómo se les habrá ocurrido. Puede ser que de ignorantes, sólo por hacer las cosas así, sin saber cuál era la raíz de de la música, sin haber estudiado... Tuvieron mucha suerte en cómo se dieron las cosas. Porque encontraron a George Martin, que era un tipo de la música clásica, aunque también hacía discos de sátira. Pero el tipo les debe haber pasado cosas muy clave, como el respeto al 440. Si escuchás cualquier disco de los Rolling Stones de los viejos, no los podés tocar encima. Hasta que no pusieron un piano o un teclado, los tipos afinaban entre ellos, en la suya. Y Los Beatles afinaban con un piano. Siempre había un piano, usaban armónica, qué sé yo, tenían cosas que te hacían pensar que eran tipos grandes, que no eran pendejos, que sabían todo. O no lo sabían pero lo hacían, sospechaban algo... Bueno, el que sigue.

Pasamos a “She Loves You” (...).
- Es más blanda. (...) Encima tiene ese final de guitarra que se les cagaron de risa, es como una ofensa al rock. El rock es La-Re-Mi, y pusieron un acorde del trío Los Panchos como ése. Lo discutieron como una semana. Lo sé porque me informé (risas).

En “I Want to Hold Your Hand” (...).
- (...)
El tema tiene esa cosa de indígena indoamericano... Medio rara, la melodía. Se maneja mucho con octavas, con quintas. A mí me gustaba mucho eso, porque acá con la zamba me tenían podrido. La zamba es lo más terceras que hay: La Mayor, La Menor... Por eso la música resultaba rara... Viste que decían que los Beatles corrompían a la juventud? Porque había algo en la música... Tenían algo como hipnótico... Como el flautista de Hamelin. Los tipos encontraron una fórmula que aparentemente repetía la formación de siempre de batería, bajo, guitarra, pero lo nuevo estaba en la armonía y en el ritmo, tan básico y casi sin ningún elemento al pedo; no hay ninguna nota de más. Cada cosa está puesta como si fuera música clásica. Como si estuviera escrita. Parece que no, pero sí.

[...] “Ticket to Ride”.
- Chequeá el pattern de la batería. Genio, Ringo. La parte de la batería es increíble. (...) Alguien dijo que la música no eran las notas sino el aire que hay entre las notas, o algo así. Bueno. Este tema es especial para disfrutar eso. Prueben. Puede servir de ventilador también (risas).

[...]Empiezan los coros de “Paperback Writer”.
- Este es impresionante. Me dijeron que, a partir de las armonías de este tema, Miles Davis empezó a escuchar a los Beatles. Y acá se nota que no tocaban más en vivo, que la construcción de la música es irreproducible. Cómo hacías? Una cosa es cantar "Love Me Do", que tiene dos notas, y otra es hacer esto. Ni las voces se pueden hacer. Y por suerte no había sampler ni nada, así que tuvieron que quedarse con eso nomás. ¿Sabían que los Beatles inventaron el [efecto] Chorus? fue George, que se apoyó sin querer en una de las grabadoras de eco. Había dos cintas corriendo, simultáneamente, y cuando George se apoyó, una bajó de velocidad. Y al sonar con la otra cinta, se produjo el desplazamiento armónico que produce el chorus. Y dijeron: "Ah, qué lindo que es esto". (risas)

[...]Turno de “Penny Lane”.
- ¡La parte de bajo es impresionante...! Y ésa es una trompeta piccolo. Pará que te cuento una anécdota. McCartney había escuchado los Conciertos Brandeburgueses [de Bach] en televisión, y le pidió a George Martin un instrumento así. Y qué parecido es a un [sintetizador] moog, ¿no?

“All you need is love”. Charly salta de la cama.
- (...) Se superponen un ritmo de tres por cuatro con otro de cuatro por cuatro: a los doce se juntan, y cuando atacan ahí, te matan. Pero todo el tiempo parece que el tiempo estuviera rengo. Y bueno, acá es la primera vez que lo usan. Después, la música progresiva se basa en eso. No hubieran existido Yes o Emerson, Lake & Palmer si los Beatles no lo hubieran hecho antes.

“Hello Goodbye”.
-Gran Psicodélico, Paul McCartney! Todos esos discos están muy armados, muy Beach Boys. Bah, los Beach Boys estaban muy Beatles (risas). Cada instrumento va por su lado. La letra no dice nada.

“Lady Madonna”.
- Acá quieren sonar como Fats Domino. No sé si el piano tiene mucha compresión, o tiene tachuelas. De algún lado deben haber sacado este sonido... suena como una especie de clave. Quién lo habrá tocado...

“Hey Jude”.
- El primer single largo de la historia. Siete minutos y medio. Los tambores son buenísimos. No sé si no estarán grabados a una velocidad y pasados después a otra. Es buenísimo. Están grabados aparte, no están grabados con la batería. Y hay dos pianos tocando lo mismo, para producir el chorus, como hacía Phil Spector. Era la época en que las canciones tenían un final interminable, donde entraban los amigos, la familia, todos, tipo USA for Africa (se ríe). Terminó todo con We Are the World. (más risas).

[...] Al fin llega “Something”.
- Este tema es genial. Tiene uno de los mejores solos del rock and roll. Parece un solo escrito. (...) Es que la música, cuando está bien hecha, es fácil de visualizar. Se te aparece enseguida el dibujo. Lo que quiero decir es que a los Beatles se los nota muy estudiosos de su instrumento, muy prolijos. Cuando surgieron, parecía que era todo estridencia, pero nada más lejos de la verdad. Tocaban fuerte, y las voces eran fuertes, pero esa determinación para pegar el golpe justo en la batería, por ejemplo... Por eso era irresistible. Parecía una máquina, Ringo. Y el bajo tenía esas notas tan... como el de "Penny Lane". Eso es una fuga. El bajo no sólo toca la [nota] dominante: hace un dibujito que, mezclado con la melodía, produce esa obrita. No sé. Cuando la múscia está hecha de una forma rigurosa, aunque el tipo que la hace no sepa música, se produce una limpieza que se asemeja a la música clásica, en la que cada nota está en algún lugar por alguna razón. El próximo.

“Come together”.
- Genial. El bajo es una cosa monstruosa. Está re-pensado, esto. Y las cuartas, esa cosa mántrica. Meten un Mayor, cuando el tema es en [tonalidad] Menor. No se sabe bien que és... Bien trival.

Charly García para la revista Rolling Stone Argentina



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