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Ya hablé de pajas, el blog ya tuvo sus post con culos… ahora faltaban las tetas. No, en plan de sincerarnos, quería tocar otro tema espinoso para una sociedad que aún no vive con total desparpajo su sexualidad: el porno.
Ése “rubro” que, parafraseando a Mambetta, nadie conoce en profundidad. Reservado sólo a adolescentes con las hormonas (y las manos y/o dedos) en ebullición o simple y llanamente a los depravados. Parece que nadie vio una película porno alguna vez… yo aún recuerdo los cines continuados en Lavalle o Florida a los que nunca entre, no por falta de curiosidad, sino más bien por higiénica prevención.
De las (no muchas, debo confesar) pelis porno que vi, la que más recuerdo es una argentina… y aquí planteo una similitud entre la industria triple X y la bazofia del cine nacional. La (casposa) capacidad y facilidad de crear filmes inspirados (parodiando, mejor dicho) en lo que hubiera en cartel en ese momento. Lo digo porque la película a la que me refiero es “Las tortugas Pinjas”… ¿qué más puedo agregar? ¿Tiene un film como éste menos mérito argumental que “Rambito y Rambón, primera misión”?

Bienvenidos y compartan un rato de ¡¡¡OOOHHH… YEAAAAHHH… AH-AH-AH… UOUHHHH!!!