EL NEGRO NO PUEDE

Vamos a pervertir el idioma. Comenzaremos por singularizar el plural y terminar hablando con doble sentido… o sentido oculto.
Aclarado éstos puntos, aclaro (redundado la redundancia) que cuando me refiero a “El negro no puede” hablo de dos… negros. Queridos, entrañables, rosarigasinos y canallas… en el sentido bueno de la palabra… y en el futbolístico.
Dos que nos dejaron, que se fueron, regando de huérfanos el territorio nacional ¿Quién no recuerda dónde estaba cuando sucedieron sus muertes? ¿A quién no se le piantó un lagrimón al enterarse de que no volveríamos a verlos (leerlos)?
Si señores, hablo de Alberto Olmedo y de Roberto Fontanarrosa. Dos genios del humor. Dos negros que, a pesar de ya no estar entre nosotros, no pueden… dejar de hacernos reír.

1 comentario:

Sir Lothar Mambetta dijo...

Eternos. Dos máquinas de arrancar carcajadas. Ya me pongo a ver los videos.

Un abrazo, Cazoleiro