Para alguien que lleva ocho años viviendo en Galicia, la lluvia es parte del paisaje. Del carácter, de la cultura, de la vida. Ojo, que la prefiero al calor húmedo y desesperante de Buenos Aires.
Pero, si no la tomamos para el lado melancopelotudo, tiene su puntito… como la soledad. En realidad a mí siempre me gustó. Y en plan de sincerarnos, no concibo (sólo por poner un ejemplo) a la bellísima Santiago de Compostela sin esa suave y fina cortina de agua que la reviste durante la mayoría de sus días.
¿Quién no disfruto de un paseo (mejor si es nocturno) bajo la lluvia? La mente se despeja, las ideas se aclaran y después, todo se arregla con un cafecito caliente. Si no lo probaron, no sean tontos… se están perdiendo de disfrutar algo muy gratificante.
Ahora los dejo, me voy a sacudir las escamas…
"Cuando llegues al final de tu cuerda, haz un nudo y aguanta.” FRANKLIN D. ROOSEVELT
LLUVIA
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6 comentarios:
Hay mucho que objetarle a la lluvia pero, lejos, la peor es que lo inspire a Birabent.
Intentemos no culpar a la lluvia ni a la playa...
Cristian: aunque sea dejanos echarle la culpa a Luis Miguel.
Un abrazo.
Acá, ya se viene Santa Rosa... te aviso...
Pensé que ibas a poner Lluvia de Aznar!! es un temazo
no es lluvia, es llueva
y hay otra de drexler tambien
y here comes the rain again
y creo que ya esta
have you ever seen the rain!!!!!!!!!!!! version ramonera
No conozco la canción del gran Aznar... y eso que lo escucho seguido... Drexler, por favor, me produce gonorrea (encima está casado con el bombón de Watling).
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