DE HOMBRES SENSIBLES Y OTRAS YERBAS

“CRÓNICAS DEL ÁNGEL GRIS” (Alejandro Dolina) © 1988
Auténtico, entrañable, único, emocionante, inigualable. Dolina nos brinda lo mejor de sí y nos invita a asomarnos al barrio de Flores para conocer una pandilla inolvidable.
Las correrías de Manuel Mandeb, el ruso Salzman, Jorge Allen, Ives Castagnino, los refutadores de leyendas, la mujer que en realidad es el diablo, el tímido que cuando se decide a hablarle a la enamorada los separa un estruendo, el transformador del tango, los componentes del corso más triste de los carnavales, baladas para primeras novias y amores contrariados.
Un clásico del humor, del absurdo y de la literatura de barrio. Un libro que siempre releo (cada vez más seguido) y que a pesar de conocerlo, me sigue arrancando carcajadas y sonrisas… de esas que lavan el alma y purifican el malhumor.
Para muestra, un botón:

Sucedió en el Ex Ferrocarril Sarmiento
HISTORIA DEL QUE SE DESGRACIÓ EN EL TREN

Jaime Gorriti tomaba todos los días el tren de las 14:35. Y todos los días se fijaba en una estudiante morocha. Con prudente astucia trataba de ubicarse cerca de ella y -a veces- ligaba una mirada prometedora. Una tarde empezó a saludarla. Y algunos días después tuvo ocasión de hacerse ver, ayudándola a recoger unos libros desbarrancados. Por fin, un asiento desocupado les permitió sentarse juntos y conversar. Gorriti acelero y le hizo conocer sus destrezas de picaflor aficionado. No andaba mal. La morocha conocía el juego y colaboraba con retruques adecuados. Sin embargo, los demonios decidieron intervenir. Saliendo de Haedo, la chica trato de abrir la ventanilla y no pudo. Con gesto mundano, Gorriti copó la banca.
-Por favor... Se prendió de las manijas, tiro hacia arriba con toda su fuerza y se desgració con un estruendo irreparable. Sin decir palabra, se fue pasillo adelante y se largo del tren en Morón.
Desde ese día empezó a tomar el tren de las 14:10.

2 comentarios:

jujotorres dijo...

Nunca dejaré de reirme al leerlo y releerlo... para dejar anchoas y más anchoas.

Sir Lothar Mambetta dijo...

Tremendo libro. Al igual que el el groso Cortazar, le saca magia a un adoquín.