No tiene porque ser mala la soledad… cuando es una elección, no una consecuencia. Ermitaños, ascetas, sabios, místicos, locos, artistas… ¿sinónimos?, no, etiquetas que se le colocaron secularmente a las personas que viven alejados de todo, en su mundo.
La soledad como disparador y fuente de inspiración, como elección de vida. Una forma de disfrutar el silencio.
2 comentarios:
Probablemente, no hay como las palabras de Yang Hu, un ermitaño del antiguo Japón, para definir la soledad; y digo "probablemente" porque nadie pudo oirlas.
La soledad no tiene elección. Ella nunca estará sola.
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