MUNDO FELIZ

En una nube… nervioso… emocionado… temeroso… preocupado… ilusionado… y consciente de la alegría y la responsabilidad que me espera de aquí en adelante. No hay nada que se pueda comparar con lo vivido el pasado 16 de mayo, nadie te explica ni hay escuela en donde enseñen como ser padre.
Como comprenderán, es inevitable que el “galleguito” tuviera un post como éste. Y es que de ahora en adelante, nuestras vidas serán como satélites dependientes de ese centro de atracción que es el pequeño Daniel, un montón de vida que nació con 3,3 kilogramos de peso y 52 centímetros de longitud.

1 comentario:

Mambetta dijo...

Un miniabrazito al galleguito y un aplauso para los asadores.